jueves, 17 de enero de 2013


COMENTARIOS DE LIBROS - Psicoanálisis)
LACAN, Frente y contra todos (de Elizabeth Roudinesco)



Esta pequeña obra es un ensayo en dónde la autora despliega una reflexión personal sin llegar a ser un libro de carácter técnico, ni un biografía. El título es engañoso si uno cree que se internará en una lectura –breve y- biográfica de un Lacan heróico de una época; no es así, hay más críticas que reconocimientos, colocándose en las antípodas de una escritura como la Jaques-Alain Miller en Vida de Lacan –que tampoco es una biografía. Este libro le costo a la autora perder un juicio reclamado por una de las hijas de Lacan (Judith) en dónde se siente injuriada por un parráfo del libro, no obstante al leerlo quizás se podrían encontrar varios motivos para sentirse injuriada acerca de la personalidad de su padre. Pero más allá de estos entretelones que enmarca la escritura del libro, Roudinesco apenas escribió algunas líneas de reconocimiento sobre el francés.

Con una escritura refinada abunda en referencias a personajes de la historia de Francia para comparar a Lacan, no sin ironías, mostrando sus contradicciones y colocándolo en un lugar de excepción al mismo tiempo. No obstante todas las comparaciones con esos personajes conocidos tienen el mismo destino de la crítica: la locura, la admiración isurrecta de sus propios deseo y la avidez autodestructiva del saber. Realizando ciertos recortes para mostrar un semblante interesado a su texto, la autora no pierde espacios, para retratar un personaje megalómano. No deja de indicarlo, tampoco, como un apropiador de conceptos e ideas con un título que no le era propio.

No obstante, en la brevedad del texto, condensa las ideas principales de Lacan con un tratamiento básico y conceptual revelando los entretelones del marco histórico en que se gestaron algunos de sus textos, no sin dejar de lado una ácida crítica sobre su personalidad.

El texto documenta sus fuentes, o por lo menos referencia algunas afirmaciones para reforzar sus críticas, nunca en falta, o los marcos conceptuales en los cuales se forjaron.

Es un libro alejado de la obra de Lacan que apunta más al anecdotario personal –mal intencionado- describiendo las exentricidades de un personaje original. La autora no cesa de retratar a Lacan como un oportunista, apropiador de ideas ajenas, un extravagante, libertino con las mujeres y propietario-eso sí- de un falso snobismo para vengarse de su origen. Busca permenentemente, en su escritura, vencer una figura que la sobrepasa, haciendo palanca sobre su aspecto, vida personal o rasgos particulares de este persnaje fuera de serie que fue Lacan. Se queda con lo imaginario de la figura, apenas con la obra. Un analisis supeficial buscando lo contradictorio de su teoría –que asoma como no conocer en profundidad-.

La autora no pierde la oportunidad, en todo el recorrido de su texto, ingresando apenas en la obra intelectual de Lacan, de fustigar la mayoría de sus actos, siempre atribuyéndoles segundas intenciones hacia lo peor de una persona, este planteo de su escritura, llegada la mitad del libro, se torna monotona debido a que sus críticas comienza a rebalsar cierto encono que da por tierra con la verdad –si es que existe- de sus dichos. Y el lector comienza a sospechar que tanta saña está muy emparentado por lo personal y el libro sería una excusa intelectual para hablar mal de otro.

¿Cuáles son las diferencias con el primer libro de Roudinesco sobre Lacan?, ¿o es más de lo mismo? Obviamente es una obra más extensa y de investigación basadas en muchos testimosnios de entrevistas y fluctuante, entre cierto reconocimiento y muchas observaciones críticas; por lo cual remito al lector a sacar sus propias conclusiones, estas son las mías.

Más allá de su pluma, a Roudinesco se le reconoce un lugar en Francia en el espacio del psicoanálisis -no lacaniano- y defensora de la práctica analítica, miembro de la Escuela Freudiana de París, historiadora, discípula de Louis Althusser y amiga teórica de Jacques Derrida e hija de Jenny Aubry -¿amiga? de Lacan-, linguista, escritora, etc., ocupa un lugar meritorio por su trayectoria que, en este caso, quizás, no se encuentre en el nivel esperado en este ensayo.

Como siempre, hago la salvedad en el mérito de la escritura, del esfuerzo de un autor, de su puesta en marcha y la exposición, reconociendo que la lectura del contenido y su interpretacion se entrelazan con los fantasma de quien escribe y quien lee.

JOSE MENDEZ (Dic. 2012)